Capítulo 6: Alegato encendido

Hoy no vamos a escribir de tonterias, sino de algo bien serio. No se si es porque estoy un poco harto de que la gente me pregunte de que va el tema de los zapatistas, o porque voy a aprovechar que tenemos cierta audiencia, o porque estoy algo mosqueado con el mundo por lo que estamos viendo, no lo se... la cosa es que hoy esto se pone algo más serio.

El 1 de enero de 1994 ocurrieron 2 cosas muy importantes en América, si bien contrapuestas. La primera fue la declaración de Ernesto Zedillo, entonces Presidente de México, de que "México estaba a punto de convertirse en país del primer mundo", coincidiendo con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, entre este país, USA y Canada.

La segundo es la aparición de un nuevo grupo insurgente en Ámerica Latina, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

No fue casualidad que el mismo día que entraba en vigor el tratado, los zapatistas tomaran San Cristobal de las Casas por solo unos días, los suficientes para que el mundo se fijara en ellos.

México tiene 54 millones de pobres, lo que supone más de la mitad de sus habitantes, y la mayoría de estos, por cuanto se concentran en dicha área geográfica, se encuentran en el Estado de Chiapas. Las casualidades no existen. el EZLN sabía muy bien lo que hacía ese 1 de enero.

Cuando atraviesas Chiapas, solo ves una población indígena y pobre. Cuando te cruzas con ellos por la calle sientes como verguenza. La sientes porque sí, porque sabes como viven, lo has visto, esto no es la televesión, ves las poblaciones dispersas, las casas de madera y escombros, los niños descalzos y enfermos, las ancianas trabajando, las madres jóvenes y cargadas de descendencia..., eso es lo que ves. ¿Donde está aquí el primer mundo?

Los zapatistas se levantaron para llamar la atención sobre un problema real, un problema que se acrecenta cada día que pasa. Las políticas de los últimos gobiernos mexicanos olvidaron el colectivismo de la Constitución de 1917, introduciendo, cada vez, más reformas que pretenden introducir al país en la senda capitalista mundial. Sí, esto podría ser fácilmente un alegado de grandes palabras "capitalismo", "neoliberal", etc., podría serlo, y sería fácil. Y lo es porque es una realidad. Y es una realidad porque se siente como afectan los cambios en la vida cotidiana de la gente. Solo un ejemplo. Recientemente se ha modificado el artículo 27 de la Constución mexicana. Este señalaba al ejido como forma de propiedad agraria, de explotación socializada, propio de los pueblos indígenas, sobre todo del sur de México. Las relaciones existentes de la población local con la tierra ha influido por siglos al resto de vínculos que mantienen con su comunidad, su trabajo, su familía, el poder, etc. La modifición de dicho artículo busca repartir dichas tierras, dar títulos de propiedad a los ejidatarios, de forma que pase de ser una propiedad colectiva, a una propiedad privada. El hecho de que los propietarios puedan disponer del dominio de su tierra es una situación nueva, nueva por cuanto supone una nueva forma de relación con la naturaleza, con la gestión de su trabajo, y por extensión de su comunidad, de su vida. El gobierno busca así, introducir una forma de explotación capitalista en la agricultura, pero eso no son los efectos reales que la reforma va a producir y nosotros, los europeos, que ya hemos pasado por eso antes deberíamos saberlo. El hecho de disponer de un título de propiedad supone un innumerable número de hechos: concentración parcelaria, acumulación, emigración a las ciudades atestadas, explotación por parte de multinacionales de los antiguos ejidos, etc. Es decir, el sacrificio de una o dos generaciones, desplazados del campo a la ciudad en busca de "otra" forma de vida, quien sabe si mejor.

Y esto es solo un ejemplo de una tierra olvidada, abandonada y donde, desgraciadamente, mucha gente se ha cansado ya de esperar.

Bueno, siento si os hemos aburrido con esto, pero es lo que tocaba hoy.